La policía de Palencia intervino esta mañana en una clínica veterinaria ubicada en la Calle San Antonio, tras recibir un aviso sobre amenazas de un cliente al responsable del establecimiento, debido a descontento con la atención recibida por su animal. La Unidad Canina de Intervención (UICAN) acudió al lugar para mediar en el conflicto, logrando un acuerdo entre ambas partes.
Durante el incidente, los agentes notaron que el cliente presentaba síntomas evidentes de intoxicación alcohólica. Antes de que intentara conducir su vehículo, se le sometió a una prueba de alcoholemia, la cual confirmó su estado de ebriedad al dar un resultado positivo. En consecuencia, se inmovilizó el vehículo en el lugar mediante la colocación de un cepo.
El cepo fue retirado a las 19:30 horas, después de que el individuo se sometiera nuevamente a la prueba de alcoholemia y, en esta ocasión, el resultado fuera negativo. Este incidente resalta la importancia de la actuación policial rápida y eficaz para prevenir potenciales accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol.
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